Es algo bastante habitual, que en el camino entre Milán y Venecia, los viajeros hagan una parada de algunas horas en Verona, y dediquen gran parte de su tiempo a mezclarse con los cientos de turistas que visitan a diario la Casa di Giulietta. En mi opinión, Verona merece al menos que pasemos una o dos noches allí, y por favor, no se queden solamente con el sitio donde la tradición popular y algunos investigadores sitúan a la famosa obra de William Shakespeare. Verona es mucho, pero mucho más.
En Verona se mezclan dos mil años de historia que se distinguen en cada esquina. Fue, y de alguna manera lo sigue siendo, una ciudad romana, medieval y renacentista. Su fundación en un meandro del río Adigio, data del siglo I antes de Cristo. En la época romana se destacó como un centro urbano ejemplar del que aún hoy se pueden ver impresionantes construcciones. Luego de la invasión bárbara y de un extenso período de ocupación, la ciudad vivió su máximo apogeo bajo el dominio de la familia Della Scala o Scaligeri, que ejerció la señoría de Verona entre 1260 y 1387. Fueron tiempos de gran bienestar económico y de un fabuloso desarrollo artístico. Años más tarde, Verona pasó a depender los Visconti de Milán, y en el año 1405 se inició la dominación veneciana. También fue ocupada por Napoleón, quedó bajo el dominio austríaco en 1798, y en 1866 pasó a formar parte de Italia, en conjunto con el Véneto. En el año 2000, la ciudad de Verona fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Rodeada de pintorescas colinas, Verona tiene diversas caras y los tonos rojizos de sus callecitas van cambiando a lo largo del día.

Mi caminata comenzó en el imponente Castelvecchio, un castillo medieval que se utiliza hoy para albergar al Museo Cívico. Es el monumento militar más importante de la señoría de los Scaligeri. Su función arquitectónica en la posición que tiene sobre el río Adigio, era ser el elemento fundamental de la defensa urbana, y al mismo tiempo estaba preparado para actuar sobre el río en sí. Fue diseñado para ser la base de todo el sistema defensivo de Verona, y su torre principal era el centro de control visual de la ciudad.

El Castelvecchio incluye un magnífico y compacto puente almenado, el Ponte Scaligero, que en su época era de uso exclusivo del castillo, y se utilizaba tanto como escape como para el ingreso de ayuda desde el otro lado del río. Edificado a mediados del siglo XIV, el Castelvecchio era la residencia de Cangrande della Scala, guerrero ambicioso y uno de los hombres más poderosos de Verona, a quien Dante Alighieri dedicó buena parte de su obra.

La Via Roma me llevó encandilado hasta el Corso Porta Nuova, para ver a mi derecha el Portoni della Bra, una magnífica puerta construida a lo largo de las murallas medievales. Está conformada por dos grandes arcos de mármol de Verona y tiene un magnífico reloj en el centro.

Del otro lado de la puerta, se abre la concurrida Piazza Bra. Se la conoce coloquialmente como la Bra, es la plaza más grande de Verona, y está repleta de cafés y restaurantes, que se destacan entre fachadas de colores amarillos, ocres y rosados. A su alrededor se levantan varios edificios históricos, como el Palazzo Barbieri, sede del ayuntamiento, y la Gran Guardia, utilizado hoy en día para conferencias y exposiciones. Una vuelta alrededor de la plaza es un regalo para los ojos y los sentidos, es un ir y venir en el tiempo.

Sin embargo, la construcción más notable es la famosa Arena di Verona: un imponente anfiteatro romano que es uno de los símbolos de la ciudad. Después del Coliseo y el anfiteatro de Capua, es el tercero más grande de su tipo en Italia. Construido en la primera mitad del Siglo I, es el anfiteatro antiguo con el mejor nivel de conservación, gracias a las restauraciones que se han realizado desde el año 600. Hoy en día tiene una capacidad estimada de 22.000 personas, pero se piensa que en épocas romanas, podía utilizarse para cerca de 30.000 espectadores, ya que el escenario actual ocupa un tercio del espacio. En verano, se lleva a cabo un famoso festival de ópera y también se organizan conciertos de cantantes y músicos internacionales.

Al salir de la plaza por la via Giuseppe Mazzini, la calle peatonal de Verona, noté que allí estaban las mejores tiendas de la ciudad. Decidí caminarla hasta el final de su recorrido y cuando ví un cartel con el nombre Via Cappello, me dejé llevar por la multitud. No hace falta aclarar a donde iba tanta gente: Via Cappello, 23. Esquivando a los grupos dirigidos por banderitas de colores, un oscuro pasillo me dio la bienvenida a un palacio medieval que la tradición ha convenido en llamar Casa di Giulietta. Esperé a que el concurrido balcón se vaciara de gente para tomarle una foto, y escapé por el patio, sin olvidar de darle el afectuoso y tradicional saludo a la dueña de casa.

Enseguida me di cuenta que había que regresar hacia atrás por la misma calle, para aprovechar mejor el tiempo en la exquisita Piazza delle Erbe o Plaza de las Hierbas, sitio que antiguamente estaba ocupado por el foro romano de la ciudad. En la edad romana, esta plaza era el centro de la vida política y económica. La Piazza Erbe, como se la llama localmente, representa la síntesis de varios momentos históricos, de acuerdo a los testimonios de sus edificios: palacios del siglo XIV, como la Domus Mercatorum o Casa dei Mercanti, las fachadas decoradas con frescos de las Case Mazzanti y la Fontana Madonna Verona, construida con mármol del foro romano y en cuyo centro se alza esbelta la estatua de la Madonna del año 380. Todos los días excepto los domingos, un bullicioso mercado se aloja en medio de la plaza.

La inconfundible Torre dei Lamberti es otra magnífica obra que acaparó mi atención en este espacio lleno de historias. Si hubiésemos vivido en Verona en la Edad Media, habríamos visto la ciudad salpicada de llamativas torres como ésta. Eran un símbolo visible de la riqueza y el poder de las familias nobles que vivían en ellas. Sin embargo, sólo unas pocas siguen en pie en la actualidad. Con sus 84 metros de altura, es la más elevada de Verona y fue construida en el año 1172.

El lado noroeste de la plaza es el más pequeño, y está dominado por el Palazzo Maffei, de estilo barroco. El palacio tiene tres plantas y la parte superior de la fachada fue armoniosamente adornada con estatuas de seis divinidades: Hércules, Júpiter, Venus, Mercurio, Apolo y Minerva. Delante del palacio se levanta una columna de mármol blanco, con el símbolo de la República de Venecia: el León de San Marcos. Recordemos que Verona, forma parte del Véneto.

Atravesando el Arco della Costa, me esperaba la gloriosa Piazza dei Signori, considerada la más refinada de la ciudad. También se la conoce como Piazza Dante, por la estatua de Dante Alighieri que la ornamenta. En esta plaza sobresale con elegancia el pórtico de la Loggia del Consiglio, donde tenía lugar la vida política en el siglo XVI. También se destaca el Palazzo della Ragione, cuya construcción se inició en el año 1193 y al que vale la pena ingresar para apreciar la Scala della Ragione o Escalera de la Razón, llamada así debido a que por allí se accedía a los tribunales de justicia.

A unos pocos pasos del Palazzo del Capitano, se abre la calle que me llevó al sitio conocido como Arche Scaligere, donde se encuentran las tumbas monumentales de los señores de Verona, enfrente de la Iglesia de Santa María Antica. En estas magníficas piezas de escultura gótica con trabajados pináculos, yacen los cuerpos de Cangrande I, Mastino II y Cansignorio. Estos poderosos señores de la familia Della Scala o Scaligeri, que dominaron la ciudad durante varios años, están representados en piedra en la parte superior de cada tumba. Es impresionante observar estas suntuosas obras en medio de la arquitectura urbana. Y una curiosidad para destacar: la escalera, el símbolo de la familia Della Scala, se nota perfectamente trabajada en las rejas que rodean los Arche Scaligere.

Mapa en mano, era el momento de dirigirse hacia el norte del plano urbano, en busca de otro de los tantos sitios simbólicos en la historia de la ciudad: el Duomo di Verona o Cattedrale di Santa Maria Matricolare. Se trata de la catedral que fuera construida sobre las ruinas de dos iglesias paleocristianas, derrumbadas tras un terremoto en el año 1117. La catedral fue reconstruida en estilo románico y se consagró en el año 1187. Su estructura es armoniosamente atractiva, y en su fachada se notan los suaves tonos blancos y rosados, del mármol utilizado en su construcción.

Quedaban pocos metros para el punto final del recorrido: el bello Ponte Pietra. Esta vez vi nuevamente las aguas del Adigio, pero desde otro ángulo. El puente de piedra fue construido para sustituir un puente de madera anterior, y es el monumento romano más antiguo de la ciudad. En la antigüedad se llamaba Pons marmoreus, y es el único puente romano que ha permanecido en pie en Verona, de los siete que en su época existieron. Su estructura consta de cinco arcadas y fue la primera gran obra pública de mármol realizada en la ciudad.
Lo más llamativo del puente es su agradable coloración, dada por la combinación de dos materiales principales: el mármol blanco de las partes originales, y los ladrillos rojos de las partes reestructuradas durante el dominio de los Scaligeri. Las vistas del río y sus orillas desde el puente son merecedoras de un apacible momento de descanso. Me senté por unos instantes para poder apreciar la belleza del paisaje veronés.

Y para darme un merecido regalo, crucé el río al otro lado del Ponte Pietra, para disfrutar las vistas de Verona desde lo alto del Teatro Romano. Fue un momento único, mientras caía la tarde y la ciudad se iba tiñendo de un cálido tono anaranjado.
© Todos los textos e imágenes (a menos que se indique lo contrario) son propiedad de Roberto Rodriguez y Viajemosblog (2014-2016).
Amazing post of Verona and magnificent photo’s
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Thanks for your nice words! Verona is a picture perfect city. Have you visited it?
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Wonderful!!!
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Thanks for your comment! Glad you liked it!
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Hermosas fotos! 🙂 te invito a darte la vuelta por mi nuevo post te va a encantar!
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Great photo! Ciao Roberto! 65Luna
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Ciao! Thanks for your comment Luna!
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Estuve allí en un día de lluvia y viento y me fue imposible disfrutarla como se merece, y tu post me ha recordado que tengo que volver!! Jeje un abrazo
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Es muy bonita con sol. Pero seguramente verás otras cosas en tu nueva visita! Gracias por tu comentario.
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De nada!! 😉
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Excelente reportaje, Roberto. Magníficamente ilustrado. No conozco esa zona de Italia, pero por lo que veo, es sumamente bella. Saludos.
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Hola Jacinto, gracias por tu comentario! Es una zona ideal para recorrerla tranquilo ya que hay mucho para ver! Saludos y te sigo!
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Chulísima! Tengo un viaje planeado a Venecia el día 4.. y aunque no pasaremos ninguna noche en Verona que es lo que recomiendas, hemos preparado una excursión de un día. Contaré que tal en mi blog. Te sigo!:)
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Te encantará, aguardo tu post para leerlo! Gracias por tu comentario! Te sigo también! Saludos!
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Ahora que ya he estado en Verona y que ya he escrito mi post (publiqué uno sobre la Verona romana y mañana subiré el siguiente, donde cuento la excursión al completo) he pasado para releer el tuyo. Hiciste un recorrido parecido al mío jajajaja
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Hola Judith, que bueno hayas escrito sobre Verona. Puedes escribir el link de tu blog? No puedo ingresar haciendo click en tu nombre.
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Hola Judith, no puedo encontrar tu blog! Se ha caído tu página?
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No te funciona si haces click en mi nombre? Yo lo he probado y a mi me va bien. El otro día otra chica me dijo igual, que no podía entrar.. no sé muy bien a qué se deben estos fallos
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No funciona si lo hago. No sé por qué.
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Y si te dejo el link? https://viajandoconjud.wordpress.com/ la otra chica con link si pudo entrar. Es que no sé cómo arreglarlo porque no sé qué falla.
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We only passed through Verona. Your description is fabulous. I will most certainly visit Verona next time.
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Thanks for your comment. I am glad this post made you think of Verona and give it a new try!
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Lovely blog post! Brought back fond memories of my stay in Verona. You are right – one needs to explore the part of the city away from the main tourist attractions.
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Thanks for your comment Lisa. I prefer to stay away from the crowds and discover some hidden gems. I have only visited Africa when in Morocco, so I am eager to see more African notes from you. Cheers from Argentina!
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It’s a long time since I was there, and sadly just passing through, but you’ve done it full justice here. 🙂
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Hi Jo, Thanks for your comment. I am glad this post brought you a broader picture of the city. 🙂
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Thank you for the memories, Roberto. I love Verona. Cheers, Ken
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These photos are absolutely stunning. Verona is definitely on my bucket list!
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Thanks Yousuf! Wish you can see it by yourself soon!
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Tengo ganas de ir a Verona!!
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